El COVID representa un grande cambio en mi vida. Sí, es verdad por todos, y no quiero presentarme como único en este respecto. Tomé unas decisiones grandes en el inicio de la pandemia; mi novia y yo rompimos y me matriculé en la universidad después de casi diez años de la distancia. En lugar de resumiendo mis experiences durante COVID (cual hice en la otra reflexión), quiero hablar de los tres anteriores temas. Mi ex y yo no fuimos una buena pareja. No hubo maltratos o problemas grandes, pero no fuimos bueno el uno para el otro. Ella es muy rica; viene de mucho dinero y, como resultado, no sabe cómo trabajar. En cambio, yo fui expulsado del hogar cuando tenia 18 años y he trabajando desde antes de eso. El punto es fuimos una mal pareja y es en parte gracias a COVID que rompimos. Ibamos a casarse en septiembre 2020, y cancelamos el casamiento por la pandemia. Casi el mismo tiempo, me matriculé en la universidad. Fui a la universidad en San Francisco en 2012, pero la dejé después de un año por motivos económicos. No quería abandonar mis estudios, pero los préstamos eran un gran problema para yo. No estaba dispuesto a hipotecar mi futuro por una licenciatura en arte. En los últimos 5 o 6 años, había estado pensando en volver a la universidad, pero no funcionó la con trabajo. Sin embargo, cuando comenzó la pandemia, el costo de oportunidad se redujo a cero y pude inscribirme. Todavía pienso todos los días en el hecho de que estoy aquí en Yale. Si me hubieras dicho hace dos años que habría yendo a Yale para trabajar en mis proyectos, habría pensando que estás loco. Yo sé que la pandemia es horrible, pero me ha dado tiempo para priorizar mi vida después de ‘tiempo”. Mi vida ha cambiado irrevocablemente para el mejor, gracias en parte a la pandemia. Conocí a mi esposa en noviembre de 2020 y, aunque no podemos decir que se deba a la pandemia, la pandemia ha moldeado nuestra relación y, en mi opinión, la ha hecho más fuerte.